miércoles, 17 de agosto de 2011

Cirugía Drástica




Vida Moderna :::: A propósito de renovaciones locales y curvas excesivas, adicción al bisturí. 


Tras el seno derecho, el periodista Álamo Pérez- Luna. Tras el izquierdo, el novio mexicano, Erick. Así aparecieron escoltados los 130 centímetros de busto de la argentina Sabrina Sabrok, y el resto de su voluptuosa humanidad. Hacía unos momentos había terminado de grabar el programa de “Fuego Cruzado”, conducido por Pérez- Luna y Mariella Patriau, en el que aparecería días después. El tema que la convocó salta a la vista: cirugías plásticas. Las veinticuatro repartidas por el cuerpo de Sabrina la hacen perfecta invitada.

Pero es su frontis el que concentra la mayor cantidad de arreglos y también de atención. Y no es para menos: con diez aumentos y uno más en camino, para mayo, Sabrina tiene los senos más grandes del mundo. Cada uno de ellos pesa 3.5 kg, a decir de la argentina. Y a partir de junio, si todo sale bien, llegarán a los 4.5 kg. Y eso que, ahorita nomás, frente a esta mujer apodada La Tetanic uno se siente como deben haberse sentido los pasajeros a punto de abordar el coloso original: reducido, desamparado ante tanta vastedad, humildísimo en el reconocimiento de la propia y minúscula humanidad. Porque Sabrina sí flotaría, eso es seguro.

“Además me he operado la nariz -varias veces porque la rinoplastía nunca queda perfecta-, los labios, ojos, me he levantado las cejas”, enumera, detallista. “Te digo todo, y hay muchas que tienen incluso más que yo y no dicen nada. Y bueno: me he hecho los glúteos, el abdomen…” Pero su primera operación fue hace diez años: tímidos 200 gramos en cada seno. 

¿Estabas descontenta con tu apariencia anterior?
No, me iba bien. Pero en base a lo que fue saliendo en la televisión, donde había más vedettes, pues yo me dije que me gustaba esa imagen, que quería ser así.
¿Qué dijo la gente que te conocía?
Me fui a México desde el momento en que me empecé a operar y ahí radico. Pero bueno, me veían en revistas y en la tele después de muchos años y no me reconocían.
¿A ti te pasó eso alguna vez? No reconocerte…
No así. Pero viendo las fotos de antes yo misma me sorprendo. Pero está bien, estoy contenta.
Entonces, ¿para qué esa próxima operación?
Es la medida que quería tener desde un principio, a la que quería llegar. Creo que esta va a ser la última.

Espejito, espejito

Uno puede preferir el look a lo Madonna ochentera, pelo corto, labios delgados y menuda figura originales de Sabrina, u optar por su actual y platinada imagen de muñeca inflable bien inflada. Pero sea como fuere, resulta por lo menos inquietante conocer una historia de transformación radical, de reconstrucción corporal que en muchos casos no responde únicamente a un gusto o capricho estético, sino a una obsesión. A una lucha interna que se libra, sin embargo, sobre la superficie del espejo y en la mesa de operaciones. Una y otra vez.

Los trastornos somatomorfos, como explica la psicoanalista peruana Matilde Caplansky, consisten en un desagrado de la propia apariencia. Y es en este grupo en el que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM- IV, por sus siglas en inglés) de la Asociación Americana de Psiquiatría, ubica al trastorno dismórfico corporal o dismorfofobia. Quien lo sufre imagina o exagera defectos físicos: la imagen que le devuelve el espejo puede ser completamente distinta a la realidad. Esto explica por qué, aún después de múltiples cirugías estéticas, el paciente no está satisfecho o encuentra nuevas zonas que lo atormentan. “No hay conciencia de enfermedad en este tipo de personas, es una conducta compulsiva. Es muy delicado y severo como síntoma psiquiátrico”, apunta Caplansky. En cuanto a su origen, precisa que este se encuentra en una disfunción mental severa, y no en una predisposición de personalidad a desarrollar el trastorno. Evidentemente, los ámbitos social, laboral y afectivo se ven afectados. “Llega un punto en donde la única preocupación está en el físico”, agrega Caplansky. 

¿Qué otras consecuencias puede tener este trastorno?
No tengo información sobre su relación con el suicidio, pero en tanto el sujeto sufre un trastorno severo podría ser que llegue a la autodestrucción literal, en lugar de destruirse por partes con las operaciones.
¿Este tipo de psicopatología es producto de décadas recientes?
Sí, en la  medida que las tecnologías médica y quirúrgica han desarrollado en las últimas décadas.

Cortar/ Meter

            Con veintitrés años ejerciendo como cirujano plástico, el doctor Julio Daniel Kirschbaum dirige, junto a su hermano Claudio, el Instituto Kirschbaum. Explica que  el trastorno dismórfico corporal en pacientes que han llegado hasta su consultorio es “tremendamente frecuente”. Y que lo es también fuera del mismo. 

¿Qué debe hacer el cirujano en estos casos?
Dependiendo de la magnitud del problema, tratar de mandar sutilmente al paciente a un psicólogo o psiquiatra. Pero si está empecinado en operarse, se tiene que pedir ayuda a algún familiar. Porque si el cirujano es ético, no va a operar. Muchos lo hacen por dinero. Incluso, hay algunos que, como saben que es un problema psicológico, dicen al paciente que lo han operado y no le hacen nada, o sólo algo chiquito. 

“En países con un sistema legal fuerte generalmente se le retira la licencia al médico”, continúa. “Pero en el Perú, que esto pase, es difícil. Mire todo lo que costó sancionar a médicos conocidos: tuvo que haber muertes para que se logre.”

¿Y qué hace la cirugía plástica acerca de este problema?
En todos los congresos serios se le trata. No hay que olvidar que en EE.UU, en el último año, hubo cuatro cirujanos plásticos asesinados por pacientes con problemas psiquiátricos severos. Cada vez se trata de dejar signos de alerta: poner códigos en las historias para que un siguiente doctor pueda identificar el problema y no operar al paciente. Lamentablemente, con dinero siempre va a conseguir quién lo opere. Aquí y en todo el mundo.



FOTO: Sabrina, entonces: daba clases de música en colegios, tenía un grupo de rock y era modelo de pasarela. Sabrina, ahora: talla 38 MMM, shows porno-musicales y 2 programas de TV.
 

Artículo publicado originalmente (en su versión editada) en CARETAS 2021

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